La región Junín cuenta con nueve provincias y algo más de 1.350.000 habitantes. El 37% de la población se concentra en la provincia de Huancayo; el 20%, en la provincia de Satipo; y el 15%, en la provincia de Chanchamayo. De esta forma, este tercio de las provincias de la región Junín albergan el 72% de la población regional.
Las otras seis provincias, Chupaca, Concepción, Jauja, Junín, Tarma y Yauli, reúnen al 28% de la población restante. De estas provincias, Yauli es un caso especial pues, con apenas el 3% de la población, concentra el 20% de la totalidad de eventos conflictivos registrados en la región durante el periodo 2008-2015.
Una explicación de esta particularidad es que dentro de esta provincia se ubica la estratégica localidad de La Oroya, ciudad metalúrgica y minera que se sitúa a la vera de la carretera central que conduce al centro del país y en donde se cruzan los caminos que van a Cerro de Pasco y a las regiones de Huanúco, Ucayali y San Martín; así como el camino que va hacia Tarma y otras localidades de la selva.
A esta ciudad se le ha recordado en los últimos años por sus protestas a favor de la empresa minera Doe Run, que se encuentra en una situación complicada por sus dificultades ambientales y financieras, con la finalidad de proteger las plazas laborales de un sector importante de la población que trabaja en el complejo minero metalúrgico. Esta provincia netamente minera, también aloja una serie de empresas dedicadas a esa actividad. Una experiencia interesante de relativo éxito se desarrolló en Yauli. Se trata del traslado masivo del pueblo de Morococha a otra localidad de la misma provincia. Este caso será analizado de manera especial en otro capítulo.
Regresando a las provincias con mayor concentración de población, Huancayo es la que posee la mayor frecuencia de eventos asociados a conflictos sociales durante el periodo analizado: 46 de 196, aproximadamente el 23% de la totalidad de eventos. Sin embargo, pese a la elevada frecuencia, el grado de intensidad acumulada es de apenas el 15% del total, siendo largamente superado por la provincia de Satipo, inclusive por la provincia de Yauli y casi por la provincia de Junín.
Satipo es una provincia que ha sido particularmente movilizada por la violencia narcoterrorista y parte de su territorio comprende lo que se conoce como el VRAEM, el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. Las acciones que la convirtieron en la provincia con la conflictividad más intensa las veremos cuando nos detengamos en la conflictividad año por año.
En lo que se refiere a la provincia de Junín, si bien se produjo una importante toma de las instalaciones de una empresa hidroeléctrica en 2008, la frecuencia de sus conflictos (27 de 196) no estuvo exenta de eventos de alta o moderada intensidad, asociados a conflictos gremiales y urbanos. Las provincias con menor número de eventos son Chupaca (3), Concepción (9), Tarma (11) y Chanchamayo (12), las que sumadas para el periodo 2008-2015, equivalen a, aproximadamente, la sexta parte de la conflictividad y al 9,4% de la intensidad de la conflictividad de la región Junín.
Como muestra el cuadro sobre intensidad y eventos por provincia, Satipo obtiene una puntuación de 18,36 en nuestra escala, superando largamente a Huancayo (11,96) y a Yauli (11,60), provincias prácticamente empatadas en términos acumulados en el índice de intensidad y frecuencia de conflictos.
En el otro extremo, Chupaca (0,09) y Tarma (0,99) destacan como las provincias con pocos eventos de baja intensidad.
Por otro lado, como se puede ver en el gráfico 14, 2012 fue largamente el año que más acumuló conflictos e intensidad (15,48), seguido por 2009, con 10,26 puntos en nuestra escala.
Año 2008
Este año, el sector minero concentró la mayoría de eventos relacionados con la conflictividad social. Estos sucesos tuvieron lugar en las provincias de Yauli y estuvieron relacionados a la minera Chinalco (un sector de la población de Morococha se encontraba descontenta con la reubicación en una nueva ciudad) y Doe Run (en abril y junio se organizaron protestas y la toma de la iglesia La Inmaculada, en demanda de la reposición de personal despedido).
En el caso de Huancayo, se produjeron acciones contra la Minera IRL y la Minera Corihuarmi. En el de Chupaca, la protesta fue contra la Minera Vena Perú, subsidiaria de Vena Resourcers Inc., por parte de los pobladores de la zona de influencia que demandaban una consulta popular para definir la continuidad de la explotación minera.
También en Chupaca, se produjo, en octubre, un enfrentamiento entre una columna de Sendero Luminoso y el Ejército peruano. En dicho enfrentamiento murió un soldado. De otro lado, en Satipo, nativos ashánincas asesinaron a tres colonos en San Martín de Pangoa, a quienes acusaron de pertenecer a Sendero Luminoso.
Durante el año, se produjeron otros eventos importantes, uno en la provincia de Chanchamayo en protesta por la denominada “Ley de la Selva”, que concluyó con manifestantes y policías heridos y con una serie de daños a la propiedad como consecuencia de la violencia desatada. Por otra parte, en Junín, en el distrito de Ondores, los campesinos de la comunidad de San Pedro de Pari tomaron la represa de Upumayo, afectando el abastecimiento de la hidroeléctrica de El Mantaro. Los campesinos reclamaban una indemnización por los daños ocasionados a la agricultura y la ganadería.
Año 2009
Las repercusiones de lo ocurrido en Bagua durante este año sintieron en la provincia de Junín pues la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central (CECONCEC) que agrupa a las federaciones nativas de las provincias de Chanchamayo, Satipo, Oxapampa (Pasco), realizaron una intensa movilización de apoyo en solidaridad con los nativos de Bagua. Ello llevó al bloqueo de vías por parte de los nativos ashánincas.
En la provincia de Yauli, en julio y setiembre, realizaron protestas en La Oroya como consecuencia del cese de las actividades de la empresa Doe Run, resultado de la crisis financiera que venía atravesando. Los pobladores y trabajadores de la empresa minera bloquearon por varios días la carretera central y, durante los enfrentamientos, perdió la vida un policía.
En las provincias de Satipo, Jauja y Huancayo se produjeron varias acciones asociadas al narcoterrorismo, así como un evento aislado en la ciudad de Jauja relacionado al casi extinguido Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
En términos relativos, 2009 ha sido el segundo año más intenso al comparar las puntuaciones acumuladas por sucesos conflictivos e intensidad entre el número de eventos, alcanzando un factor de 10,26 por encima del promedio para toda la región para los ocho años analizados.
El año 2009 solo fue superado por 2012 debido a los sucesos ocurridos durante ese año en la provincia de Satipo.
Año 2010
Este fue un año de pocos eventos de mediana intensidad, con una concentración de intensidad relativa por encima del promedio, pero con sucesos poco significativos, en los que resaltan las intervenciones del narcosenderismo en Concepción, Satipo y Jauja, así como en Pangoa y Río Tambo en la provincia de Satipo. Este año continuaron las protestas de los trabajadores de Doe Run, aunque sin llegar a los niveles de violencia del año anterior. En Chanchamayo hubo bloqueo de vías, como parte de las protestas de las comunidades nativas.
Año 2011
Durante este año se producen un conjunto de conflictos de mediana y baja intensidad. Aparecen actores y temas nuevos asociados a conflictos por tierras (en Chanchamayo y Concepción), gas o hidrocarburos (se suspende el diálogo con Repsol). También, conflictos con nuevos actores gremiales, como el paro de los trabajadores de la empresa minera Volcan que, en marzo de ese año, iniciaron una huelga indefinida reclamando las utilidades del año 2010. Mientras esto ocurría en Yauli, en Junín la CGTP convocó a un paro regional, sin mayor éxito.
A nivel de otras empresas mineras, el sindicato de los trabajadores de la empresa San Ignacio de Morococha, también inició una huelga relacionada a temas laborales. En Junín, los transportistas bloquearon vías en protesta por los costos del combustible y los pasajes.
En Satipo continuaron las acciones narcoterroristas y los enfrentamientos con el ejército.
Año 2012
Este año fue el más violento e intenso del periodo y en el que se produjo la mayor cantidad de eventos. Nuevamente en Pichanaki, provincia de Chanchamayo, hubo protestas. Esta vez, contra la presencia de operaciones mineras, específicamente contra la minera Autiki. Los jefes de las comunidades nativas informaron a través de su delegado que no permitirían ningún tipo de minería por la contaminación, tarde o temprano, de los ríos.
En noviembre de ese año, pobladores de Morococha bloquearon un tramo de la carretera central en protesta por el reasentamiento iniciado por la minera Chinalco. Al mes siguiente, en diciembre, 250 pobladores que se negaban a dejar Morococha quisieron impedir el traslado del centro educativo a la nueva ciudad en Carhuacoto. Como consecuencia de la protesta, se produjeron daños a la propiedad y heridos entre los pobladores.
En Satipo continuaron los enfrentamientos entre miembros del Ejército y narcosenderistas, pero esta vez, además de Pangoa se incluyó, en las acciones armadas, al distrito de Acobamba, en la provincia de Huancayo.
Los conflictos ya reportados con la minera Volcan y Doe Run continuaron, así como otras protestas, algunas de ellas de baja intensidad.
Durante este año se registraron 36 eventos conflictivos, muchos de ellos de mediana o alta intensidad, lo que nos da un acumulado de 43 puntos de acuerdo a nuestra escala, superando largamente, en términos de conflictividad, a los años 2010, 2013, 2014 y 2015.
Año 2013
Como en años anteriores, continuaron las acciones subversivas en San Martín de Pangoa, al igual que las protestas de los trabajadores de Doe Run y aquellas contra la minera Chinalco.
En octubre se produce un nuevo conflicto en Tarma, pues comuneros del distrito de Tapo, denunciaron una posible explotación de una mina de mármol.
A nivel gremial, nuevamente se produce un paro de transportistas en Yauli y trabajadores del sector público protestan contra la Ley de Servicio Civil.
Continúan las protestas de la Universidad Nacional del Centro.
Año 2014
El principal evento del año se produce nuevamente en Pichanaki. En setiembre un grupo de pobladores de esa localidad realizó un violento paro contra la empresa Pluspetrol en rechazo a la exploración del Lote 108. Se produjo daños materiales de consideración y el bloqueo de carreteras por varios días.
Se producen también protestas en Jauja contra electores golondrinos como consecuencia de las elecciones regionales y locales; así como protestas contra la gestión del alcalde de Palca en Tarma.
Continúan las protestas contra la minera Volcan, Chinalco y las de los trabajadores de Doe Run.
Año 2015
Este es un año de baja conflictividad en Junín. Se producen varios eventos de baja intensidad en Huancayo, Concepción, Yauli, Chanchamayo y Junín.
Continúan los enfrentamientos en Satipo y los trabajadores de la empresa Chinalco, realizan acciones de protesta durante setiembre y octubre.