La región Cusco, situada en la parte central y sur oriental del Perú, se encuentra conformada por 13 provincias y 108 distritos. Durante el periodo 2008-2015 se produjeron múltiples eventos asociados a diversos tipos de conflictividad social. Sin embargo, aislando los 226 conflictos, calificados por su nivel y grado de intensidad, contamos 91 conflictos que destacaron por su alta intensidad, duración, concurrencia de varios sectores, nivel y tipo de violencia ejercida, pérdidas económicas y/o la magnitud de daños a las personas o a la propiedad (muertes y heridos asociados al conflicto); 81 conflictos fueron calificados de mediana intensidad con bloqueos, manifestaciones con enfrentamientos, daños personales y materiales; y 54, de baja intensidad, entre ellos, marchas, movilizaciones, bloqueos esporádicos, poca masividad etc.
Según nuestro sistema de clasificación de conflictos los años 2008 y 2012 han sido los más conflictivos en términos de intensidad, seguidos de los años 2010, 2009 y 2014. Los años 2011, 2013 y 2015 muestran los niveles de conflictividad más bajos en la región Cusco.
Si bien todas las provincias de Cusco han presentado algún tipo de conflictividad durante el periodo 2008-2015, las provincias de La Convención y de Cusco son largamente las más conflictivas pues concentran la mayoría de los eventos de alta y mediana intensidad. La Convención concentra el 31% de los eventos conflictivos en la región Cusco y la provincia de Cusco concentra el 35%, ocupando el primer lugar de la región en términos de frecuencia de ocurrencias. Sin embargo, el 35% de la intensidad de los conflictos se concentra en La Convención y el 30%, en la provincia de Cusco. Para ambas provincias, 2008 y 2012 han sido los años más intensos y con mayor frecuencia conflictiva. No hay año en el que no se haya producido más de un conflicto en ambas provincias.
Si bien en ambas provincias hay múltiples actores y la temática de los conflictos es muy variada, los conflictos en La Convención están asociados a temas de gas, narco-terrorismo y agrícolas. En cambio, la provincia de Cusco, al ser la capital de la región, concentra la mayoría de los reclamos gremiales y asuntos de gobierno, los que no han estado exentos de violencia y daños a la propiedad.
Algo más alejadas, pero igualmente conflictivas en términos de frecuencia e intensidad durante el periodo 2008-2015, aparecen las provincias de Canchis y Espinar. En términos de frecuencia, Canchis ocupa el tercer lugar en la región con un 8% de la frecuencia de eventos y Espinar ocupa el cuarto lugar con un 7,5%. En términos de intensidad, Canchis concentra el 10% del índice de intensidad y frcuencia de los conflictos en Cusco y Espinar un 9,7%. Para Canchis, los años más intensos han sido 2012, 2010 y 2008; mientras que los últimos tres años presentaron relativa tranquilidad. Los temas principales fueron conflictos con una empresa hidroeléctrica y los paros asociados al transporte de gas y al SUTEP. En el caso de Espinar, 2008, 2010 y 2012 también fueron los más conflictivos y los principales reclamos estuvieron asociados a temas mineros y a la disputa con Arequipa por el proyecto de irrigación Majes-Siguas.
Las provincias de Urubamba (3,6% de intensidad y 2,6% de frecuencia), Calca (3,3% de intensidad y 3,5% de frecuencia), y Chumbivilcas (2,2% de intensidad y 4,4% de frecuencia) son las que continúan en el ranking de conflictividad de la región. Las provincias de Anta, Canas, Quispicanchi y Acomayo representan, juntas, el 4,4% de intensidad acumulada a lo largo del periodo 2008-2015, con una frecuencia de eventos de 6,2% entre las cuatro provincias. De estas provincias, Canas y Acomayo solo presentaron un conflicto importante, en ambos casos en 2009.
Como se puede apreciar en la escala anual, 2012 y 2008 son para la región Cusco los años con mayor conflictividad. En el caso de 2012, se produjeron diversos conflictos gremiales, temas mineros, agrarios o urbanos; pero destacó por su violencia, la incursión de Sendero Luminoso en el campamento de la empresa privada TGP que dio origen a una serie de sucesos desafortunados con gran impacto político.
Durante 2008 también se produjeron diversos eventos conflictivos de mediana y alta intensidad que se reseñan a continuación.
Año 2008
Si vemos los conflictos por años, durante 2008 en la provincia de Cusco se desarrollaron diversos eventos de alta conflictividad relacionados con temas gremiales y urbanos. Resaltan los conflictos con los gremios de turismo y trabajadores del sector cultura por demandas laborales; con los docentes del SUTEP; y con los gremios de trabajadores (CGTP), en general por el alza del costo de vida y de pasajes. Con menor intensidad, hubo también protestas del gremio médico.
En la misma línea de alta conflictividad, los problemas relacionados con la extracción o transporte de gas o hidrocarburos, así como los conflictos asociados a los temas de cantidad y calidad de agua (e hidroeléctricas), han sido una constante a lo largo del periodo investigado. En ese sentido, durante 2008, las provincias de La Convención, Urubamba, Espinar y Canchis tuvieron episodios de alta conflictividad en los que estuvieron involucrados como actores centrales, la población nativa quechua, aymara y machiguenga además de la AIDESEP como los actores centrales en estos conflictos. Con respecto a la irrigación de Majes Siguas, se involucra además de las comunidades de Espinar, el Gobierno Regional del Cusco.
Otros temas, actores y lugares del conflicto se pueden ver en el siguiente cuadro.
Año 2009
En 2009, los conflictos con el gasoducto del sur y el gas de Camisea continuaron con un alto grado de intensidad; lo mismo que el conflicto asociado a la construcción de una hidroeléctrica en Canchis. A diferencia del año anterior, este año se registran más conflictos asociados a temas mineros, todos de mediana o alta intensidad y en provincias distintas como Acomayo, Espinar, Quispicanchi y Chumbivilcas. En todos estos casos, el principal actor fue la comunidad de las zonas de influencia, salvo en el caso de Chumbivilcas donde el conflicto se da entre mineros informales y el sector privado.
La Convención continuó siendo una provincia con varios eventos de alta conflictividad distintos a los del gas, como las protestas violentas organizadas por la CGTP durante el paro nacional; o de mediana intensidad, como el conflicto con el sector Educación por la calidad de la administración de los colegios. A nivel del agro, este año la junta de regantes de Cusco también protestó con violencia como lo hizo durante 2008 durante el paro agrario.
Otros conflictos de baja intensidad se produjeron en el ámbito urbano en las provincias de Cusco, Canchis y La Convención como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Año 2010
En 2010, el Frente de Defensa de la Macro Región Sur y el Comité de Lucha de la provincia de La Convención movilizaron, durante los meses de mayo, junio y julio, a las comunidades de La Convención, Espinar y Canchis para que se plieguen a las protestas contra el proyecto de la hidroeléctrica de Inambari y contra la compañía transportadora del gas de Camisea. Debemos precisar que el Frente de Defensa de la Macro Región Sur tuvo una activa participación en conflictos de otras regiones, por ejemplo de Arequipa y Tacna.
Durante setiembre y diciembre, la oposición al proyecto de irrigación de Majes-Siguas continuó, al igual que en años anteriores, con episodios de violencia y con participación de las comunidades, estudiantes de Espinar y diversas autoridades provinciales y regionales. Otros conflictos de alta intensidad se vivieron en Cusco durante 2009, asociados a protestas del SUTEP y a una toma de terrenos en Pichari que generó un enfrentamiento entre integrantes de la comunidad y la Policía Nacional.
Otros conflictos de mediana intensidad se vivieron como consecuencia de reclamos ante las autoridades regionales y provinciales o como consecuencia de la ineficiente ayuda a los damnificados de Quispicanchi durante las nevadas de febrero. Véase cuadro 45.
Año 2011
El año 2011 fue un año con menos conflictos que el anterior, como la calma que presagia la tormenta que se presentaría el siguiente año. Sin embargo, durante este año, se intensificaron las incursiones y los enfrentamientos con narcoterroristas. Uno de ellos fue particularmente violento con el Ejército, en la comunidad de Choquetira, Vilcabamba. Los conflictos relacionados a los temas de gas y de agua continuaron, aunque con una intensidad mediana, comparada con los años anteriores. Otros conflictos de baja intensidad con los actores que participaron y lugares donde ocurrieron se pueden apreciar en el siguiente cuadro.
Año 2012
El año 2012 fue el más conflictivo y violento del periodo 2008-2015. Sendero Luminoso puso en jaque a las tropas combinadas del Ejército y la Policía y el desastre que se produjo como consecuencia de sus intervenciones que ocasionaron una crisis política cuyo resultado fue la renuncia de dos ministros de Estado. Durante este año, las columnas subversivas ingresaron en el campamento de la empresa privada Transportadora de Gas del Perú y secuestraron a trabajadores de la empresa Skanska asociada a las actividades gasíferas. Se produjeron también múltiples ataques a diversos centros poblados de La Convención.
Durante este año, hubo, además, dos episodios violentos de protesta por el proyecto de la hidroeléctrica Salcca Pucara en Canchis; mientras que en Espinar, ya convulsionada por su oposición al proyecto arequipeño de irrigación Majes-Siguas, se produjeron diversos episodios de violencia en contra de las actividades del proyecto minero Xstrata Tintaya como consecuencia de la negociación del Convenio Marco, así como por las denuncias de contaminación ambiental.
Agricultores, médicos, maestros, funcionarios públicos, miembros de construcción civil y estudiantes fueron actores de diversos conflictos de todo tipo de intensidad que se produjeron sobre todo en la ciudad del Cusco y en otras localidades como se puede apreciar en el siguiente cuadro.
Año 2013
Durante 2013 no se produjeron conflictos de alta intensidad en Cusco. Continuaron los enfrentamientos y las escaramuzas entre el Ejército y los terroristas en La Convención, que incluyó el asesinato de un teniente gobernador. También se produjeron enfrentamientos con algunos campesinos cocaleros en Yanatile en Cancas por el incremento del precio de la compra de la hoja de coca. Las protestas en Espinar por la represa de Majes-Siguas continuaron por sexto año consecutivo, aunque con una intensidad menor a la del año anterior.
En la ciudad y provincia de Cusco, la Federación Departamental de Trabajadores protestó por mejoras de sueldo y derechos laborales y se movilizaron otros gremios en rechazo a la ley de Servicio Civil. La CGTP protagonizó un paro en la ciudad de Cusco. Otros conflictos de menor intensidad se produjeron en relación con el gasoducto del sur como puede verse en el siguiente cuadro.
Año 2014
En 2014 se intensificaron los conflictos relacionados con el sector gremial, en particular con los médicos que protagonizaron una larga huelga nacional. Otros gremios como docentes, trabajadores municipales y campesinos también protagonizaron algunos conflictos durante este año.
Este año también se produjeron conflictos asociados al gasoducto sur peruano promovidos por el Comité Central de Lucha de La Convención y, nuevamente, al proyecto Majes-Siguas. El sector agrario representado por la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru, a través de movilizaciones y protestas exigió declarar en emergencia el sector agrario. Los actores y lugares donde se produjeron los conflictos durante 2014 se pueden apreciar en el siguiente cuadro.
Año 2015
El 2015 ha sido uno de los años con menor intensidad a nivel de la conflictividad social en la región Cusco y, en particular, en la provincia y ciudad de Cusco. En ese sentido, los conflictos clasificados como gremiales o urbanos tuvieron la preeminencia. A nivel agrario, la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru continuó exigiendo que se declare en emergencia el sector. Continuaron las demandas asociadas al gasoducto sur peruano y se produjeron otras nuevas como las relacionadas a la ley laboral juvenil y aquellas en contra del decreto legislativo que regula el patrimonio arqueológico. Información adicional se puede encontrar en el siguiente cuadro.